El pasado 23 de septiembre se celebró el III Open Internacional de ajedrez activo en Ripollet.
En esta tercera edición, y creo que es un gran acierto, limitando el acceso a jugadores con ELO FCDE hasta 2299, lo que permitió que se diese una cerrada lucha por el triunfo y que jugadores con un ELO inferior, en el entorno de 1900-2000, pudiesen optar a dar alguna sorpresa y no actuar de meros sparrings o comparsas, como suele suceder en la mayoría de activos donde, además, aspiran a premios menores de tramo, veterano, local o similares.
El torneo empezó con cierto retraso, por esa costumbre tan española de no ser puntual y empezar cuando toca. Los “minutos” de cortesía, fueron casi 25 y se comenzó al filo de las 10. Cabe decir que luego hubo un esfuerzo de los árbitros (impecables Vladimir y Ramón) para recuperar lo que, en definitiva, es responsabilidad de la organización. No es por criticar a los amigos de Ripollet, que son encantadores, pero cuando empiezas a la hora, acostumbras a la gente a llegar a la hora y no perder el primer punto.
Una vez eliminados los no presentados en la primera ronda y que, como de costumbre, dieron un punto a algunos jugadores, acabaron jugando 100 jugadores, una cifra un poco por debajo de los 120 que la organización esperaba, pero buena cifra al fin y al cabo, teniendo en cuenta que se disputaba el Open de Vallfogona de Balaguer.
En lo estrictamente ajedrecístico, brillante triunfo de nuestro joven MC Cristian Fernández con 8 puntos de 9 posibles, siendo derrotado con pieza de más por el joven sub-14 Adrián Jiménez Ruano, un duro jugador de Cerdanyola.
Sus seguidores, hasta 7 jugadores con 7 puntos, no pudieron alcanzarle, al ganar Cristian la última ronda al aspirante a la victoria, el experimentado MC Miguel Fernández-Diaz Mascort.
Espectacular, y ya no es sorpresa, Danilo Cornejo con 6 puntos que le dieron el triunfo en el tramo y la certificación de que es un auténtico “tigre” en torneos activos, ganando a rivales con mucho más ELO. Y pude presenciar partidas suyas que, quizá, mereció ganar. Sólo perdió 2 partidas de las 9 disputadas. Un crack.
Buen torneo de Marc Navarro que se fué satisfecho al conseguir más del 50% de los puntos. 5,5 puntos y muy cerca de ganar algún premio de tramo si hubiera materializado alguna victoria que tuvo al alcance de la mano. Ganó a los que tenía que ganar, y no consiguió ninguna victoria contra rival de ELO superior. Las tablas en la última ronda contra un rival experimentado de más de 2000 fueron balsámicas.
Ramón Caro, con 5 puntos de 9, sensaciones encontradas. Una brillante partida contra David García de Cerdanyola (2102) ganada totalmente, fué tirada por la borda en la ronda 2. Con tiempo de sobras (más de un minuto) y 4 segundos el rival, no acertó con una combinación demoledora. Esa derrota, tuvo su efecto y le hizo perder de manera estrepitosa una partida superior con una rival con un nivel de juego muy bajo que se encontró la dama que le regaló Ramón. Luego, 3 victorias contra rivales de ELO inferior y 2 tablas de mérito contra rivales de más de 2000. Un torneo discreto, para seguir mejorando.
Joan Caro no fué a jugar en las mejores condiciones. Se levantó de la cama con dolor de cuello y cansado y así le fué la mañana. Empezó con 3 derrotas seguidas, la primera totalmente justificada contra el MC Miguel Fernández-Diaz, a la postre tercer clasificado. Las dos siguientes derrotas, injustificables, bajaron un poco la moral. Suerte que, al final, con 4 puntos se salvaron los muebles, si bien con su nivel de juego real debía estar en 5 puntos mínimo. Un mal día, lo tiene cualquiera.
En cuanto a la organización, hay que felicitarles efusivamente por la ilusión del equipo del Ripollet, pero especialmente a Eloi Serrano, un currante que fue reconocido por su presidente como el alma del torneo. Muchos premios, para tramos, locales, femeninos y todos los sub habidos y por haber. En lo negativo, y se lo comenté a ellos, la extrema lentitud en la entrega de premios. Un micrófono, imprescindible, y mayor agilidad, son imprescindibles, ya que salimos pasadas las 21 horas. En este sentido, en Mollet, que tenemos muchas cosas a mejorar, somos muy ágiles en las entregas de premios y muy puntuales en los horarios.
En definitiva, un magnífico torneo al que recomendamos acudir para pasar un buen rato, ganar (o perder) algo de ELO (era válido para media K) y pillar algún premio.
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