La expedición catalana, la más numerosa de las de fuera de Galicia, estaba formada por 20 deportistas, sólo superada por la delegación local, la gallega, con 23 jugadores. La tercera en número de jugadores era de Andalucía, con 16 jugadores. El resto de delegaciones tenían presencia más reducida (9 jugadores Castilla-León, Aragón y Murcia cada una, 8 Castilla La Mancha y Asturias y así hasta 140 jugadores).
Por parte del Club d’Escacs Mollet, nuestro representante era Joan Caro que había hecho un excelente torneo en las finales de Catalunya, con 5,5 puntos a sólo 1 del vencedor, y uno de los favoritos al título, Alexandre Ventura Bolet. El objetivo de Joan, en su primer torneo de este fortísimo nivel competitivo (y de presión del entorno) era pasarlo bien y conseguir los máximos puntos posibles y, sobre todo, experiencia.
El marco del campeonato era el Hotel Scala, un hotel típico “de carretera”, no muy moderno y con unas instalaciones justitas. Según gente que se hospedó allí, el tema comida era mejorable, tanto en variedad como en calidad. No se podía elegir comida y eso, al final cansa. Nosotros, cómo de costumbre, elegimos un hotel pequeño, coquetón, a 2 kms. del Scala y, con coche alquilado, llegábamos al hotel después de desayunar (bien), los días de doble ronda, o de comer (mejor) los días de ronda de tarde.
El día de llegada de los participantes ya se podía percibir en el ambiente la elevada competencia y competitividad y, por supuesto, la existencia de varios subgrupos entre los participantes y padres. Por un lado, los “experimentados”, jugadores que, sin querer quitarles mérito, tienen varios campeonatos a sus espaldas y, habiendo jugado muchos de ellos en sub-8 y sub-10, atesoran unas “tablas” en la competición y se conocen muchos de ellos desde hace años. Por otro lado los “novatos” o recién llegados, entre los que se encuentra Joan Caro y, alrededor del 25% de los niños. Nunca han estado en un campeonato de este nivel y van entre perdidos y asustados. La primera noche, antes del torneo, los niños “veteranos” se saludaban, jugaban a ajedrez y pasapiezas y charlaban entre sí. (“Este fue el que ganó sub-8 en 2007”, “Este es el campeón de Andalucía”, “Este es un máquina”…etc).
Otro aspecto que nos llamó la atención ya desde el primer momento es la actitud, el talante y el “estilo” de cada delegación. Los catalanes, ciertamente discretos, pasábamos bastante desapercibidos en general, salvo por la camiseta de Catalunya que la Federació dió a los niños y porque, en la sala de análisis, nos juntábamos para comentar la evolución de las partidas, especialmente las que había en retransmisión por internet, y que fueron bastantes.
Algunos entrenadores, a lo “Braveheart” unos, a lo “Guardiola” otros, y a lo “Rocky” alguno también, juntaban a sus niños antes de la ronda, les daban una charla teórico-motivadora o les aleccionaban (especialmente llamativo era el caso de los ruidosos gallegos que siempre estaban en corro). Los catalanes, solían jugar entre ellos, charlar y, eso sí, los becados por la Federació y destacados en el torneo, preparaban las partidas con el GM Comas y el MI Mellado.
En cuanto a la competición propiamente dicha, había un grupo de, digamos, 30 jugadores, con un nivel competitivo elevado y que, en su mayoría, quedaron clasificados en las 30 primeras posiciones. Al margen de 3-4 excepciones que se fueron muy abajo en la clasificación final, y de otros tantos que, ocupando un lugar destacado en el ranking tuvieron un mal torneo, no hubo grandes sorpresas. La principal sorpresa es que el número 1 del ranking por ELO FIDE, campeón de Andalucía y candidato al título, Miguel Santos Ruiz, quedó fuera de la lucha al perder 2 partidas, una de ellas contra Rubén Domingo, uno de los competitivos gemelos que, junto con su hermano Alejandro, estuvieron siempre en la lucha por la cabeza. Al final, Alejandro fue catorceavo y Rubén cuarto clasificado.
El catalán Alex Ventura Bolet realizó un espléndido torneo y, al margen de su calidad ajedrecística, resaltar su simpatía, humildad, afabilidad y trato hacia los demás. Siempre tuvo palabras amables, gestos y muestras de apoyo a Joan Caro que, siendo uno de los pocos novatos de Catalunya, pudo sentirse un tanto desplazado en ocasiones por otros veteranos que, haciendo piña, sin querer pueden excluir un poco a los recien llegados, al no conocerse tanto. En la última, y decisiva partida, Ventura no pudo con el que, a la postre, se convertiría en el Campeón de España Sub-12, el navarro Mikel Ortega, que partía 8º del ranking. Alex, merced al peor desempate posible, quedó quinto absoluto pero, para la delegación catalana, fue nuestro vencedor moral, en ajedrez, y en deportividad.
El segundo mejor catalán fue Alejo Ismael Giménez que, discreto y silencioso, se plantó con 5,5, de 7 en decisivo enfrentamiento con Mikel Ortega, en la partida que precedió al duelo final. Mikel, se deshizo de los dos catalanes para conseguir el título. Aún así, Alejo Ismael firmó un torneo muy bueno, y finalizó 9º de España colmando sus aspiraciones de quedar entre los 10 primeros, meta ambiciosa pero posible para el joven jugador de Girona.
En cuanto al torneo de Joan Caro, es difícil encontrar un sorteo más desfavorable en primera y segunda ronda.
Una vez efectuado el orden por ELO FIDE de los participantes, los que iban del 90 al 140, al no tener ELO FIDE se ordenaban alfabéticamente y, así, Joan se enfrentó al fuerte canario Nauzet Cruz (24 del ranking). Después de más de 3 horas y media de partida y con sólo un peón de menos, pero posición muy ventajosa, Joan tenía posibilidad de ataque, pero un desafortunado movimiento de torre le obligó a abandonar. Se dejaba una torre,y la partida. Nauzet acabó 7º absoluto con 7 puntos. Casi nada!!
En segunda ronda, contra todo pronóstico, le tocó un jugador aún más fuerte, Sergio Escudero, de Murcia y uno de los favoritos (12 del ranking). Un jugador que en el pasado Torneo Bali 2010 hizo tablas con Pere Garriga y Llàtzer Bru, dos de los mejores sub-14 de Catalunya. A pesar de la dureza de la jornada (era la ronda de la tarde), Joan arrancó con brillantez la partida con negras, siguiendo los consejos de Rojas y ganó peón en la jugada 6. El rival, desconcertado por el arranque, pensó bastante. Joan se levantó a por un batido y al lavabo y, cuando regresó, cometió uno de los peores que se pueden efectuar: recaptura automática de peón sin pensar y dejándose un caballo. La partida estaba perdida.
Sin embargo, tenía captura de alfil y ganancia de un segundo peón directo, así como impedir el enroque del rival. El análisis daba una partida muy cómoda y no lo que pasó.
Con 0 puntos de 2 posibles, pero ante rivales duros, el sorteo no debía deparar otro hueso. Esta vez, la partida del miércoles, en tercera ronda, sólo de tarde, fue bastante más plácida y, con la debida precaución, se ganó el punto.
Llegamos a la doble ronda, 4ª y 5ª del jueves, un día para olvidar.
Partida contra Alexandra Gallardo de Andalucía, una de las mejores femeninas y que plantó cara. De hecho, Joan tenía la partida completamente ganada y sólo el apuro de tiempo le hizo perder. Perder por tiempo, siempre es duro.
Y, por la tarde, tragedia griega en Galicia. Partida contra un rival, en apariencia más flojo, pero campeón absoluto de su comunidad autónoma. De vez en cuando, muy de vez en cuando, pasan estas cosas. 10 movimientos en 11 minutos, partida loca y, como resultado, un mate para olvidar. Cómo regalar un punto en 11 minutos. Después de analizarlo fríamente, sólo cabe pensar en la presión y los nervios, para justificar jugar tan rápido y tan mal. Quizá haber tenido 2 rivales tan fuertes y haber tenido buenas partidas, y una partida ganada por la mañana, perderla por tiempo, pasaron factura a Joan que, inexperto en la alta competición, estuvo alegre y simpático en todo momento, con el lógico disgusto en alguna partida.
Las cuatro últimas rondas eran básicas para puntuar y no caer en la decepción. Jugar bien y perder es muy duro. Por ello, atenazado por el miedo escénico, regaló tablas al campeón de Melilla, Miguel A. Vázquez Pino, en una posición donde, por dos veces, ganaba pieza directa.
Luego, contra Lorena Rodríguez, de Asturias, volvió a dar tablas en una posición netamente ventajosa con un final ganado. Eso sí, los 8 minutos restantes de su reloj, posiblemente hicieron a Joan optar por el medio punto.
Y las últimas 2 rondas si que puso la directa. Ambas, partidas de casi 3 horas, donde dió buena cuenta de sus rivales con combinaciones imaginativas y ganancia de material.
Balance final de 4 puntos (3 victorias, 2 tablas y 4 derrotas) y, lo más importante, mucha experiencia adquirida.
Como conclusión, destacar el buen ambiente ajedrecístico, en general, la gran competitividad existente entre niños, más que entre Federaciones y la desigualdad tremenda entre todos ellos. Hay federaciones que pagan a uno o ningún niño el desplazamiento y estancia, aunque casi todas envían monitor.
En opinión de este cronista, el Campeonato de España debería rotar entre diferentes comunidades autónomas, tanto por variedad cómo para permitir a todos los niños acceder al torneo del máximo nivel estatal, con menor gasto para sus familias. Si había 23 gallegos, es obvio que, al estar cerca, lo tienen más fácil.
Y para los niños y niñas que, consiguiendo los puntos mínimos en el Campeonato de Catalunya, quieran asistir, es una magnífica oportunidad de vivir ajedrez infantil al máximo nivel competitivo y disfrutar y aprender jugando. Ganar, ya es una batalla mucho más complicada, ya que en estos torneos no hay rivales flojos al acudir los mejores de cada comunidad autónoma.